Es de las plantas más fáciles de conservar sus semillas, solo hay que dejar secar las vainas y quedarán listas para el siguiente año.
La siembra se realiza desde Noviembre hasta el mes de marzo, semilla a semilla en surcos de 10 cm. de profundidad.
Su cultivo es sencillo, no es exigente con la tierra y aguanta el frío bien, hay quién aconseja descabezarla por encima de la 6ª flor, yo no lo hago. Se pueden entutorar o aporcar para evitar que las acueste el viento. Su enemigo son los pulgones, en este caso negros, que prevendremos con rociados de caldos o purines.