Cambia la luna y llega el momento de empezar a plantar la huerta. Se debe tener en cuenta la Luna debido a la posibilidad de la subida a flor prematura.
Con la posible bajada de temperaturas debemos proteger las plantas más sensibles, en especial los tomates, lechugas, pimientos, kiwis, etc.
Debemos actuar con urgencia para erradicar los pulgones utilizando caldo de ortigas o de ajos. Se pueden utilizar otros productos pero comprobando que no sean sistémicos, es decir que no penetren en la planta contaminándola.
La presencia de enfermedades en la huerta la detectan rápidamente los rosales, por lo que son aconsejables en el entorno.
A las cepas les aplicamos azufre y sulfato de cobre para que les de calor y evitar futuras plagas. Si nos sobra sulfato se lo echamos a los ajos, e incluso a los frutales de hueso.
Parece que este fin de semana para de llover, al menos por una semana. Esperemos que de tiempo a que la tierra se seque para poder hacer las labores pendientes en nuestra huerta.
La primera prioridad es incorporar abono para las plantaciones más inmediatas, es decir: cebollas, puerros, lechugas,etc.
Llegó la hora de las composteras, yo como tengo vermicomposteras ( compost hecho con lombrices rojas ) las cambio de sitio y las reinicio con el material aún sin descomponer, es decir, la parte superior del compost hecho, ya que es donde están las lombrices comiendo.
Se debe planificar la huerta teniendo en cuenta la rotación de cultivos, para ello es aconsejable hacer un croquis con las plantaciones del año para rotar el siguiente.
No es recomendable trabajar la tierra húmeda porque se apelmaza, hay que tener paciencia y dejar que seque, aunque no del todo.
